Han ocurrido una serie de acontecimientos que me han afectado considerablemente. No voy a mencionarlos todos, pero así por encima os diré los más importantes.
El no-fin del mundo, que un elfo ayudante de Santa Claus haya rechazado sacarse una foto conmigo, que un señor que vendía congelados me haya preguntado si estaba mi mamá al abrirle la puerta...
De todas formas, el deber es el deber, y he conseguido reunir fuerzas para bloggertrottear La Coruña, y hacer unas cuantas fotos de la decoración navideña.
Este año el ayuntamiento de La Coruña se ha lucido (véase el juego de palabras), y se puede encontrar desde un poblado de malditos elfos, pasando por un tiovivo, hasta varias pistas de patinaje sobre hielo.
Y nada más. A todos mis fans, tranquilos, volveré. VOLVERÉ.